Amor por las civilizaciones antiguas

Estudiantes de Arqueología realizan trabajo de campo en seis diferentes zonas y proyectos de Veracruz

Xalapa,  Ver.-Jóvenes veracruzanos estudian, describen e interpretan interpreta las civilizaciones antiguas con asentamientos en Veracruz a través de la cerámica, la lítica y restos óseos.

Como parte del proceso, elaboran un muestrario de cada tipo cerámico, de los artefactos de piedra, la lítica y los restos óseos. Enseguida, desarrollan una estadística que ayude a hacer una interpretación de tales materiales.

En el caso de las piezas de cerámica, agrupan los tepalcates de acuerdo a sus características, elaboración, grosor de la pasta y manufactura. Una vez que fueron dibujadas y se registraron tamaños, formas, decoraciones y asas (en caso de que las tuviera), también se digitalizan e iluminan lo más semejante a la realidad en su vida útil. 

“Es empezar a construir una historia partir de los datos que tenemos; es decir, si tenemos materiales que están sumamente decorados y altamente elaborados, es claro que no eran para la vida cotidiana, sino tal vez para la clase de élite o ceremonias muy específicas”, explicó el profesor e investigador Rodolfo Parra.

Los resultados también contribuyen a entender si los materiales fueron elaborados en la localidad o eran importados, pero también nos ayudan a entender una organización social de los pueblos mesoamericanos,  dijo.

Otra parte del informe tiene que ver con una investigación sobre los trabajos que les anteceden y otras cuestiones, como el entorno natural, pues el conocerlo les ayuda a entender, por ejemplo, de dónde obtenían la arcilla para elaborar sus piezas de alfarería, lo mismo el basalto para sus utensilios. 

Los estudiantes de la Licenciatura en Arqueología de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV) desarrollan su temporada de campo. En este caso, el trabajo se ubicó en la cuenca del río Los Pescados, y los que están más cerca de las montañas”.

Los estudiantes participan en todo el proceso,  pues analizan, hacen la estadística, investigan, dibujan. Posteriormente elaboran el informe como lo hacen una vez que están fuera de las aulas.

Ltesista Analí Melchor Tiburcio compartió que fue partícipe en el hallazgo de la urna funeraria citada, pues se encontró en el pozo de excavación del equipo al que ella pertenecía, y esto potenció su interés por la antropología física. 

“Fue una oportunidad para mí, porque de ahí salió mi tema de tesis. Voy a hablar sobre los restos óseos encontrados dentro de la vasija. La parte de llegar al laboratorio y limpiar los restos óseos también me gusta mucho, aunque sí nos encontramos aquí una limitante, porque no sabemos mucho sobre antropología física ni siquiera llevamos una clase, se trata de investigar de manera individual el tema que te interesa.” 

Por el contario, a Yarendy Pérez Hernández le interesó mucho más trabajar con la cerámica que con los restos óseos. “Me costó un poco de trabajo clasificar, pero con la ayuda de los compañeros lo logré”, compartió. Asimismo, las piezas encontradas en esta temporada de campo tomaron más importancia para ella que otras que había estudiado sólo en laboratorio, pues conoció personalmente el contexto natural del que son originarias. 

Por su parte, José Félix Durán Pérez y Janahy Prieto Ramón se inclinaron por dibujar digitalmente los hallazgos. En el caso de ella, también le ha resultado interesante la clasificación de la cerámica, pues “se ve un proceso de cambio, no es lo mismo la cerámica burda a la fina, es un proceso distinto y se ve la evolución”. 

Itzel Paola Hernández Hernández expresó su gusto por ir a campo y recolectar el material.

“Vemos que no sólo es analizar por analizar, sino encontrar un contexto y saber qué se desglosa detrás de estos materiales, para tener una historia”, aclaró María Clara Guzmán Robles.

Ariel Tonatiuh Canizales Castañeda compartió su interés en el recorrido por superficie, pues implica estar en lugares agrestes, casi siempre lejos de la urbanización y enfrentar retos a los que no se está acostumbrado, como el clima, la flora y fauna, y el convivir con personas del lugar. 

Sandro Sánchez Camarillo destacó su gusto por el análisis y descripción que se logra en el trabajo de laboratorio, porque “estando aquí es donde generaremos conocimiento, donde se empieza a dar una descripción”. 

Ernesto Mikel Alonso expuso que tan sólo lo que hoy conocemos comúnmente como tepalcates evidencia lo que fue toda una industria de la cerámica, “es un dato muy fuerte que manejamos y no menospreciamos en ningún momento”. 

 “Se trata de un patrimonio histórico nacional. La sociedad mexicana tiene un pasado glorioso y nosotros tratamos de alimentar ese pasado con nuevos datos e ir pasando la batuta, así se crea el conocimiento en la academia”, dijo el joven universitario.

Hilda Montes Márquez también destacó que tanto las personas como la sociedad necesitan tener una identidad.

(Con información de la UV)

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